La fuente de la plaza (I)
En sucesivas entregas desde Gomelia echaremos la vista atrás para rememorar cómo era nuestra plaza a través de una de sus protagonistas: la fuente.
En la plaza del pueblo se alza la fuente que durante largo tiempo, y todavía hoy, ha surtido de agua a generaciones gomellanas.
El agua es uno de los bienes más preciados que poseemos, y aunque ahora la veamos salir con toda facilidad por los grifos de nuestras casas, debemos pensar que no siempre fue así.
La traída de aguas a Gumiel, precisamente a esta fuente de la plaza, se produjo a finales de los años 20 del siglo pasado. Antes el pueblo contaba con numerosos pozos e incluso algunos manantiales dentro del casco urbano, pero sus aguas no eran del todo saludables. La llegada del agua al centro del pueblo supuso un importante avance para los gomellanos, y especialmente para las gomellanas y los niños, que eran normalmente los encargados de ir por agua a la fuente.
Está colocada en el tercio oeste de la plaza, en la confluencia virtual de las calles Las Llanas, Zapatería y Santa María, dejando suficiente espacio alrededor de ella, primero para la circulación de carros, y más tarde de coches y otros vehículos. Podemos decir que la fuente está en armonía y realza la estética de la plaza.
Con anterioridad a la fuente actual, ha habido otras fuentes que seguían en mayor o menor medida las tendencias de los años en que se construyeron.
En estos artículos pretendemos hacer un recorrido por distintas fotografías y dibujos, de distintos años, que tienen como protagonista esta fuente.
La fuente en los años 50
Las primeras imágenes datan de los primeros años 50 del siglo pasado. Es una foto, perteneciente al archivo del Photo Club, catalogada con el número 4501.
Tomada en invierno, puede verse un grupo de gente en el atrio, junto a la cruz, probablemente a la salida de misa, poco han cambiado la costumbre desde entonces. Se puede apreciar en esta foto perfectamente la magnificencia de las escalinatas de subida a la iglesia.
Al pie del atrio, junto al espacio que denominamos la guarida, se ve un coche estacionado. Probablemente fuera el de don Benito, que fue durante muchos años secretario del Ayuntamiento amén de llevar la oficina de la Caja del Círculo. Fue el primer automóvil de Gumiel, o por lo menos uno de los primeros, y los chicos solían gastarle alguna pieza tirando de la parte trasera. Decían que era «el coche de todos».
También pueden apreciarse un par de gallinas correteando a sus anchas, pues podrían aún escarbar en los lodos y barrizales que en aquel entonces abundaban por nuestras calles. Faltarían años hasta el adecentamiento y pavimentación de las calles y plazas. ¡Todo no era Jauja en aquellos años!
En cuanto a la fuente constaba de pilón, columna central con dos caños que daban agua constantemente, entonces no nos planteábamos que el agua es un bien escaso, y se remataba por una estructura de tres brazos, soporte de las correspondientes bombillas. En aquellos años, fuente y farola eran todo uno. La creencia popular desaconsejaba acercarse a la fuente cuando había tormenta por temor a los rayos.