Javier Alcalde: «Está mitificado el hecho de que dedicarse al arte sea una locura»
Javier González Alcalde, Javier Alcalde en el mundo artístico, es de sobra conocido por los gomellanos (en Gumiel muchos le conocen como «el Vilu»), desde que ganaba todos los concursos de pintura e ilustraba programas y camisetas para las fiestas. Miembro de la peña El Pajar, autor de la cabecera de Gomelia y colaborador de esta publicación, ha querido contestar unas cuantas preguntas sobre su quehacer en el mundo de las artes gráficas.
Gomelia: Desde tus inicios en el mundo del arte has pasado por distintas áreas dentro de las artes gráficas, háblanos de tu trayectoria y qué la ha motivado.
Javier Alcalde: Siempre me ha gustado mucho dibujar, es mi mejor forma de entretenimiento y evasión. A todos los niños les encanta dibujar pero llegados a una edad la mayoría abandonan esta actividad y solo unos pocos la continúan. Yo la continué y la convertí en mi profesión.
Tuve la suerte de destacar en esta área desde muy joven, y gracias a eso mis padres consideraron oportuno que estudiara algo relacionado con las artes plásticas. Estudié bachillerato artístico en Burgos y me licencié en Bellas Artes en Salamanca. Durante este periodo perfeccione mis habilidades como dibujante y tomé contacto con otras disciplinas artísticas como la pintura, el diseño gráfico, la fotografía, el video, etc., algunas de las cuales me gustaron tanto que durante un tiempo dejé de lado el dibujo por ellas. De hecho mi primer trabajo no fue como ilustrador (dibujante) sino como diseñador gráfico.
Pero pronto eché de menos el dibujo y después de un año como diseñador gráfico aproveché un periodo en el paro para prepararme un porfolio de ilustrador. En ese momento fue cuando empezó mi actual carrera de ilustrador. Empecé de freelance visitando editoriales y agencias de publicidad con mi porfolio debajo del brazo y conseguí unos cuantos encargos que poco a poco me fueron introduciendo en el mercado. Un día, un amigo me habló de la industria de los videojuegos, me dijo que había trabajo para dibujantes (yo desconocía por completo ese mundo) y me animó a probar, a enviar mi currículum a un par de empresas. Me contrataron en una de ellas, Pyro Studios, que por aquel entonces era la más importante de España y me sentí cómodo en esa industria. Me pagaban por dibujar y tenía un horario estable y un sueldo a fin de mes, cosa que trabajando por mi cuenta era difícil de conseguir. Desde entonces sigo en esta industria, he estado en varias empresas y proyectos (es un sector con muchos altibajos), he conocido a gente de la que he aprendido mucho y en general estoy muy contento. El hecho de haber convertido mi afición en mi profesión es algo maravilloso, a pesar de que le ha restado algo de magia.
Paralelamente a todo esto, he trabajado de profesor y he pintado algún cuadro y hecho muchas fotos. En estos dos últimos campos he llegado hacer alguna cosa a nivel profesional, aunque pocas, será complicado que pasen de una divertida afición.
G:¿Cuál es el proceso personal por el que te decides a estudiar Bellas Artes?.
JA: Como he indicado antes, desde pequeño me ha encantado dibujar y gracias a que en el colegio e instituto destaqué en estas áreas a mis padres les pareció bien que estudiara Bellas Artes. Mi madre hubiera preferido que estudiara arquitectura, pero las matemáticas y la física se me daban fatal.
Fue una cuestión de descarte, sencillamente era lo que mejor que se me daba y para lo que más valía, ¡je je je!
G: Artista profesional, trabajador creativo, diseñador gráfico, ilustrador… ¿cómo te defines ahora mismo?
JA: … dibujante, concept artist, 2D artist, grafista 2D, artista plástico, CG Artist… dejémoslo de momento en ilustrador. Intento evitar el término «artista» para referirme a mí mismo porque está muy manoseado y depende de con quién hables tiene un valor o significado distinto, es un «título» que no me voy a autoasignar porque no tengo claro su significado actual. Demasiados debates estériles sobre qué es el arte en mi etapa estudiantil, ¡je je je je!
G: ¿Qué hay que tener, qué hay que sentir para decantarse por una actividad artística como forma de vida?
JA: La profesión de artista exige esfuerzo, dedicación y amor por lo que se hace, es decir, lo deseable para ejercer cualquier otra profesión. Todas las profesiones requieren, además, de unas habilidades concretas; en el caso de las artes plásticas se requiere una buena capacidad de observación y percepción del entorno. Hay que tener curiosidad por ver más allá de lo que el entorno te muestra a simple vista. Por supuesto también es necesario un buen dominio de las técnicas de representación que te faciliten compartir con el resto de la gente tus ideas y experiencias sensoriales.
En cualquier caso, es una pregunta compleja, depende mucho del artista y de la disciplina artística que ejerza.
G: Este campo ¿da para vivir o cuesta mucho pagar el alquiler todos los meses?
JA: Más o menos como en todos los campos. Está mitificado el hecho de que dedicarse al arte sea una locura y la mayoría de artistas sean unos seres pasionales y taciturnos que pasan grandes penurias por su amor incondicional por el arte.
Conozco casos para todos los gustos, desde gente que ha tenido gran éxito y ha montado su propia empresa o expone en prestigiosas galerías internacionales hasta gente que doce años después de terminar los estudios aún anda dando tumbos sin saber muy bien por dónde tirar en la vida. Depende mucho de la persona, de su talento, de la rama profesional que haya escogido… es muy difícil generalizar. No creo que sea un campo profesional mucho más difícil que otros, si uno sabe moverse.
En mi caso particular, con varios altibajos, periodos desempleado, etcétera, en general no me ha ido mal, y sí, siempre he podido pagar el alquiler y hasta he podido ahorrar para algún viaje o capricho, ¡je je je!
G: ¿Cómo son los inicios para conseguirlo?
JA: Lo primero de todo es preguntarte a ti mismo a qué te quieres dedicar en la vida, qué es lo que más te gusta y con lo que más cómodo te sientes trabajando. Si eliges una profesión creativa como ilustrador, fotógrafo, etc., y presuponiendo que ya tienes un buen nivel gracias a años de estudio y práctica, has de prepararte una buena muestra de tus trabajos (porfolio). Luego investigar dónde pueden estar interesados en tu trabajo, y llamar a mil puertas hasta que des con alguien al que le guste lo que haces y esté dispuesto a pagarte por ello. Por supuesto, hoy en día es fundamental un buen trabajo de autopromoción en Internet a través de redes sociales, blogs, porfolios digitales, etc.
En esta profesión el currículum importa, como en todas, pero si no está acompañado de un buen porfolio no tienes nada que hacer. Puedes tener dos carreras y tres máster, pero si tu obra artística no tiene calidad, no vas a conseguir nada. Un buen porfolio es de hecho más importante que un buen currículum vitae.
G: ¿Qué diferencias encuentras y cuáles son los pros y contras entre trabajar por cuenta propia (freelance) o ajena (salario)?
JA: Del trabajo como freelance destacaría que eres más dueño de tu tiempo y vives con más intensidad tu trabajo, ya que eres tú el máximo responsable de todo lo que ocurra en tu «empresa». Por contra, es poco estable, sobre todo al principio, y no todos los meses te entra trabajo. Además a veces puede ser un trabajo muy solitario y exige ser bastante proactivo en tu vida social.
Trabajando por cuenta ajena tienes la ventaja de la estabilidad económica y de horarios. Es más fácil llevar una vida «ordenada» y separas más el trabajo de tu vida privada, aunque también pierdes mucha libertad para gestionar tu tiempo como te apetezca.
G: ¿Cuáles son los trabajos con los que disfrutas o has disfrutado más?
JA: Suelo disfrutar más de los trabajo en los que tengo un grado alto de libertad creativa y de toma de decisiones, aunque eso implica una responsabilidad mayor, y si no estás muy inspirado puede ser bastante estresante.
Respecto a qué tipo de trabajos me gustan más, buff, depende, va por etapas. No tengo un género o temática favorita, quizá ahora me llama más la atención la ciencia ficción y la fantasía, pero me gustan mucho otros géneros también y siempre que tenga tiempo y libertad suficientes para realizarlos con cariño y dedicación, los disfruto todos por igual. Con el estilo me pasa algo parecido, ahora estoy muy centrado en un estilo muy realista (bueno, realista muy estilizado e idealizado :-)) y prefiero hacer trabajos en esta línea, pero también adoro el cartoon y de hecho he realizado muchos trabajos en este estilo.
Mención especial me merece el cómic. Siempre he tenido especial cariño por este medio de expresión y las contadas ocasiones en las que he podido dibujar unas páginas de cómic lo he disfrutado muchísimo.
G: Algunos recordamos tu participación en los certámenes de pintura rápida que organizaba la Asociación Cultural La Muralla y también alguna exposición de pintura en la antigua sala de exposiciones del ayuntamiento de Gumiel de Izán, ¿qué te ofrece la pintura frente a la ilustración?, ¿tienes tiempo para seguir pintando?
JA: Hace mucho que no pinto con técnicas tradicionales (óleo, acuarela, etc.), hoy en día para mi profesión es mucho más cómodo y productivo pintar con ordenador. En algunos casos muy concretos el hecho de trabajar con técnicas tradicionales es un valor añadido, por ese halo de misticismo y romanticismo que tienen, pero lo normal es que ya todo se haga en digital. Aún hay artistas que defienden que con las técnicas tradicionales se logran unos acabados únicos que son imposibles de recrear con el ordenador y que el ordenador es una herramienta fría y sin alma. No estoy de acuerdo con ello, hay auténticas maravillas hechas con ordenador, solo cambia la herramienta, nada más. La pintura digital, como el resto de técnicas pictóricas, tiene sus peculiaridades que la diferencian del resto; simplemente es una más.
A pesar de mi defensa de lo digital, me siguen encantando las técnicas tradicionales y si no las practico ya es principalmente por una cuestión práctica; requieren un despliegue de medios mayor (pinceles, botes de pintura, mesa de trabajo, etc.) y ¡no tienen Control Zeta! (la combinación de teclas del ordenador para deshacer algo o ir un paso atrás), ¡je je je!
G: En la actualidad estás centrado en la ilustración digital y concretamente en los videojuegos como actividad profesional, ¿trabajas por cuenta propia o por cuenta ajena?
JA: Por cuenta ajena, ahora mismo lo prefiero, pero no descarto que en un futuro vuelva a trabajar por cuenta propia, en mi profesión es algo muy común.
G: ¿Tienes plena libertad para crear, o tienes que seguir las directrices de un jefe o del equipo?
JA: Hay un poco de ambas cosas, tengo libertad para crear aunque suelo tener que ceñirme a una idea o concepto ya dados (aunque suene contradictorio). Como creador no siempre soy responsable del concepto o idea primigenia de la obra pero sí de su interpretación y representación, de darle vida. Digamos que a mí me dan un guión, más o menos detallado, o una idea y yo trato de sorprenderles dibujándola lo más interesante y bonita posible. En toda representación de una idea siempre hay una aportación del artista que la representa, es algo inevitable y maravilloso. Hay tantos Quijotes como ilustradores que lo dibujan o como actores que lo interpretan.
G: ¿Te consideras perfeccionista? ¿Corriges o retocas mucho lo que haces?
JA: Sí, soy muy perfeccionista. Corrijo y retoco constantemente. Suelo revisar dibujos viejos y a menudo les encuentro fallos que en su momento no vi. Esto me genera cierta inseguridad, porque pienso que en el futuro también encontraré fallos en mis dibujos actuales. Es algo lógico que le pasa a todos los creadores, porque evolucionamos, aprendemos, etc., pero no deja de ser una sensación un poco puñetera, ¡je je je!
G ¿Qué parte del éxito de un videojuego reside en a) el diseño general, b) el dibujo y la ilustración? y c) la programación?
JA: Todo es igual de importante. Por norma general si el juego es bonito pero aburrido, será un fracaso; si es entretenido pero feo, no será atractivo a la vista y no atraerá al usuario, aunque hay casos de éxito que se han saltado esta norma. Hay que tener en cuenta que el concepto de feo o bonito es bastante subjetivo y que se puede hacer algo feo pero muy llamativo porque es muy peculiar o extraño. También se pueden hacer juegos de un diseño tan simple y tonto que hacen gracia precisamente por esto, por tontos.
G: ¿Dónde encuentras tu inspiración?
JA: Mi inspiración la encuentro en todas partes, aunque suena a tópico. Me gusta observar el entorno que me rodea: la fisionomía de los rostros de la gente, su forma de vestir; como se comporta la luz del sol en los distintos momentos del día, el aspecto de un edificio abandonado, no sé, millones de cosas.
También me influyen mucho todo tipo de manifestaciones artísticas y creativas: la música, el diseño gráfico, la pintura, la fotografía, el cine y por supuesto, el trabajo de otros ilustradores. Analizando mis dibujos se puede ver la influencia de la fotografía en cómo sombreo e ilumino, del cine en cómo encuadro, del diseño gráfico en cómo compongo formas y color, etc.
G: ¿Te inspira Gumiel?
JA: Gumiel me ha influido mucho a nivel personal y profesional en tanto en cuanto es el entorno en el que crecí y en el que he pasado gran parte de mi vida. Es un pueblo bonito, sí, pero no tanto como nos gusta presumir, de hecho tiene zonas muy feas y abandonadas.
En cualquier caso hay momentos en los que me parece precioso, especialmente en los atardeceres de otoño e invierno, cuando se crea ese fuerte contraste entre el azul oscuro del cielo y el intenso naranja del sol incidiendo en fachadas y tejados. Los cielos limpios y profundamente azules de Gumiel siempre me han impresionado, supongo que son así por la combinación de altura con atmósfera limpia.
G: ¿Por qué dices que Gumiel no es tan bonito como nos gusta presumir?
JA: Creo que Gumiel, siendo bonito, podría haberlo sido muchísimo más siendo un poco más cuidadosos y rigurosos. A nivel estético creo que sigue sin haber una idea del todo clara de cómo nos gustaría que fuera nuestro pueblo. Le estamos borrando poco a poco su personalidad, no hemos sabido ver esos detalles que le hacía especial para poder conservarlos y actualizarlos. Creo que se debería analizar más lo viejo, lo que ha estado ahí durante siglos, lo que ha hecho peculiar, diferente y atractivo a Gumiel, para construir lo nuevo «respetando» la estética esencia de nuestro pueblo y no importando modelos que poco o nada tiene que ver con ella.
G: Hablemos de aspectos prácticos: ¿Cómo es la jornada de trabajo de un artista gráfico? ¿Con qué equipo cuentas? ¿Tienes que renovarlo a menudo?
JA: ¿Mi día de trabajo?, buuff, depende del día. Si voy a la oficina, saludo a mis compañeros, acudo a las reuniones diarias, miro mi correo y me pongo a trabajar en la tarea que tenga asignada ese día. Si trabajo en casa, lo mismo pero sin compañeros ni reuniones, ¡ja ja ja!
Cuando me piden un dibujo me suelen enviar un correo electrónico con una descripción más o menos extensa de lo que quieren, a veces adjuntan referencias de apoyo. Luego acordamos el tiempo del que dispongo para la realización y si es un trabajo freelance, el dinero que me van a pagar por ello. Después, dependiendo del encargo, busco imágenes por Internet de posibles objetos, edificios, etc. que me puedan servir de referencia para el dibujo. A veces tomo yo mismo las fotografías si no encuentro ninguna buena en Internet. Con todo esto hago varios bocetos muy pequeños y rápidos a lápiz u ordenador. De ellos selecciono uno o dos, los hago más detallados y se los envío al jefe o cliente. Eligen uno de ellos, si lo ven necesario me señalan algún detalle a cambiar o a añadir y a continuación me lanzo a hacer la ilustración en limpio y a color. Durante el proceso les envío un par de muestras de cómo va avanzando el dibujo, no sea que una vez terminado no le guste y tenga que repetir todo desde cero.
Trabajo con un ordenador medianamente potente, prefiero Mac que PC, aunque me apaño bien con los dos sistemas. Dibujo con un lápiz digitalizador, que es algo así como un ratón pero con forma de lápiz, lo que voy dibujando con él sobre una tableta especial se va transmitiendo al ordenador. El software que uso el 95% de mi tiempo de trabajo es Photoshop, el cual, aunque es famoso por ser la herramienta estándar de retoque fotográfico, va muy bien para ilustración digital.
G: Y a partir de aquí ¿cómo ves el futuro? ¿Qué retos te planteas?
JA: No tengo ni la menor idea de qué me puede deparar el futuro. Desde el estallido de la crisis vivimos en tiempos de incertidumbre constante, es muy complicado hacer planes a largo plazo cuando ni tan siquiera sé dónde voy a vivir y trabajar dentro de un año. Supongo que lo que me depara el futuro es más o menos lo que he tenido estos últimos años: saltar de empresa en empresa según se vayan terminando y empezando proyectos, seguramente me tocará pasar algún periodo (espero que corto) en el paro, volveré a enganchar en otra empresa, y así hasta que quizá un día me canse de tanto cambio y me ponga definitivamente de freelance para poder asentarme de forma permanente en un sitio. Hasta la fecha el haber pasado por tantas empresas y proyectos ha sido muy positivo, puesto que me ha permitido conocer a mucha gente y aprender mucho, pero hay que reconocer que con los años empieza a cansar y se echa de menos algo de estabilidad. De cara al futuro no me planteo retos muy ambiciosos: seguir trabajando y mejorando en mi profesión, que esta me permita vivir con dignidad, no dejar muy de lado mi afición a la fotografía e intentar que el trabajo no me aleje mucho de amigos y familia. Todo la cual, viendo como está el panorama laboral en nuestro país, ya sería todo un logro.
G: ¿Cómo ves el futuro de la industria de los videojuegos? ¿Y de la ilustración?
JA: Creo que los videojuegos tienen un gran futuro por delante y mucho terreno aún por explorar (como la realidad virtual con dispositivos tipo Oculus Rift).
Es difícil predecir el futuro en este sector porque muta rápidamente a la par que el desarrollo tecnológico. Ahora se está apostando con fuerza por los dispositivos móviles (smartphones, tablets), porque en general es más rápido, barato y directo generar material para estos dispositivos que para las grandes videoconsolas. Para estas últimas es mucho más difícil poder crear contenidos ya que los usuarios exigen un tipo de juegos de altísimo nivel técnico y artístico, lo que hace que su desarrollo sea extremadamente caro y largo y por tanto sea mucho más arriesgado invertir dinero en ellos.
Respecto a la ilustración, creo que sigue teniendo un importante espacio en muchos sectores, no solo en videojuegos. Es la mejor vía para dar forma a las primeras ideas y definir el aspecto visual en todo tipo de procesos creativos: videojuegos, cine, diseño industrial, etc. Pero también la ilustración como fin en si mismo, y no solo como herramienta de un proceso creativo, sigue aportando un gran valor añadido a un proyecto, En sus distintas variantes y estilos, es una potente y atractiva vía para comunicar al espectador lo que le queremos contar o vender.
G: Para finalizar, una pregunta muy gomellana, ¿fiestas de agosto o de septiembre?
JA: Fiestas de Agosto, sin duda. Simplemente porque suele ir más gente y las fiestas sin gente no tienen ningún significado para mí. Si te soy sincero me da igual San Roque o la Virgen del Río, a mí lo que me gusta de las fiestas es pasar un buen rato con familiares y amigos y si es tomando un Gintonic en alguna peña, tanto mejor, jejeje.
La entrevista se ha ilustrado con algunos trabajos de Javier Alcalde. Algo más sobre su obra en www.javialcalde.com