Caravana de mujeres
Diálogos de sábado en el mercadillo de Aranda
—¿Qué? ¿Ya tienes la entrada para la caravana de mujeres?
—Eso tú, que yo estoy servido.
—¡Qué vergüenza! Me voy a ir por no verlo.
—Pues eso díselo al alcalde de tu pueblo.
—Será que su amigo el Roto y él andan necesitados.
Para compensar la baja implantación de Badoo en la comarca, el próximo día 21 de junio los mozos casaderos gomellanos recibirán la visita de una caravana de mujeres. Toda la localidad espera el acontecimiento con gran expectación. Muestra de ello es que en el estanco se han disparado las ventas de Brummel. Yoli, la estanquera, nos cuenta que no da abasto y lleva ya agotados los últimos cinco pedidos, existiendo todavía una amplia lista de espera. También nos cuenta que en la posada que su familia regenta a las afueras se han agotado las habitaciones para la fecha. «Ojalá hiciesen una de estas todos los meses», dice entusiasmada, a pesar de que teme que el trabajo de lavandería será duro al día siguiente. En su estanco también nos encontramos con Genufrasio, mozo de 55 años por todos conocido. Nos cuenta que espera encontrar a una bella y joven churumbela que, impresionada por las seis cifras que figuran en su cartilla de la Caja Rural, le planche y almidone las camisas y le haga buenos guisos, que su madre ya está muy mayor para encargarse de la casa.
Miliki, político local impulsor de la iniciativa, se muestra encantado por la visita a la localidad de 55 mujeres en busca de marido. «Antes subvencionábamos a nuestros jóvenes para que acudiesen a Francia a buscar pareja, pero las gabachas los conquistaban y se acababan mudando a Bretaña. Además, algunas doncellas gomellanas cayeron en brazos de bohemios gabachos que se acabaron estableciendo en la localidad y el número de solterones se acrecentó. También me jodía mucho que no les entendiera al hablar. Mucho mejor así, con estas señoritas de la capital a algunos seguro que nos va mucho mejor.»
Pilar y Manuel son los encargados de organizar la caravana. Ambos viven en Madrid y podrían haber salido de una canción de Nacho Vegas. A ella, de 35 años, la emisión en Cuatro de Granjero busca Esposa le cambió la vida. Decidió que quería cambiar sus noches de segoviano y nicotina en oscuros pubs de su barrio por nuevos aromas rurales. Se declara gran amante del vino y espera encontrar en Gumiel de Izán a un mozo trabajador con buenas viñas. Su mayor ilusión sería acompañarlo en la vendimia y la poda, para darse con él unos achuchones bajo una cepa en un rato de descanso. Manuel tiene 45 años y es abiertamente homosexual. Nos cuenta que se decidió a abandonar los cuartos oscuros de Chueca tras conocer en Vaya Semanita a Benantzio Lekuona, un hombre en toda regla y no esas locas venidas de San Francisco con las que se junta en la noche madrileña y que siempre se acaban quejando de su mala ortografía.
El padre Matías también parece entusiasmado con el acontecimiento. Cuenta que las jóvenes parejas de la localidad cada vez optan más por arrejuntarse y no formalizan su amor a ojos de Dios ante su altar. Tampoco le va bien con los bautizos, porque ya casi no nacen niños. Piensa que la caravana de mujeres es una gran oportunidad para aumentar su clientela, ya que a los solterones gomellanos no hay nada que les haga más ilusión que casarse en la iglesia de la localidad y que sus esposas ofrezcan el ramo a la Virgen del Río. Le preguntamos por los rumores que circulan de que ha pinchado todos los profilácticos de la máquina del bar Real 52. Nos responde malhumorado que eso no es cierto, que son todo habladurías y que en todo caso da igual, porque como todo el mundo sabe en Castilla y León se folla sin condón, como buenos cristianos. Por si acaso desde Gomelia recomendamos a nuestros lectores que adquieran sus protecciones para el acontecimiento en la farmacia de la localidad. No querrán que las integrantes de la caravana se lleven de recuerdo ningún germen con origen en el Tita.
Disclaimer: Esto es una historia de ficción. No le busquen los tres pies al gato, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Pilar, Manuel y demás personajes solo existen en nuestra imaginación. Todas las imágenes han sido creadas mediante photochop
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