Nota geológica acerca de una formación de turba en Gumiel de Izán (ii)
Continuamos con la transcripción del artículo sobre el yacimiento de turba en Gumiel.
Viene de Nota geológica (i)
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Constituye un bien combustible, pues según datos suministrados por el Sr. Ferrán, de la Escuela de Ingenieros industriales de Barcelona, que amablemente se me ofreció para hacer las determinaciones que ne necesitara, es un carbón de 4.120 caloría, que deja el 10 por 100 de cenizas. De los. ensayos preliminares efectuados en el laboratorio de Química orgánica por el profesor García Banús, resulta: que 100 gr. de turba dan 40 de carbón; 35 de agua y alquitrán y 25 de productos volátiles, entre los cuales se encuentra el amoniaco. Los líquidos procedentes de la destilación contienen un 88 por 100 de agua amoniacal y un 12 por 100 de alquitrán casi sólido; las aguas amoniacales encierran el 2 por 100 de amoníaco.
Como el yacimiento está próximo a la estación del ferrocarril de Aranda de Duero (14 kilómetros de carretera) se ha tratado de explotar; actualmente trabajan solo diez obreros y desconozco la intención y los usos a que destinan el material los dueños de las pertenencias.
En todos los valles y vegas del término municipal se encuentra, en cantidad mayor o menor, la turba; hasta ahora la he encontrado en seis puntos bastante distantes unos de otros, y ya puedo asegurar que ln formación se extiende muchísimo en la cuenca del Duero y probablemente en la del Esgueva.
Gracias ala abundancia de moluscos que encierran la turba he podido determinar su edad posterior a las formaciones diluviales; los valles en que se formaron los turbales fueron excavados por los ríos cuaternarios, y cuando cesaron las grandes lluvias, que determinaron activísimo derrubio en toda la región, como demuestran la ¡nfinidad de valles. vallejos y barrancos y el avanzado estado de evolución de las vertientes, en un clima relativamente frío e indudablemente más húmedo que el actual, se extendió por todos ellos el régimen turbal.
El ilustre malacólogo Sr. Bofill y Poch, a quien entregué los moluscos recogidos en la turba, ha reconocido las siguientes especies.
Succinea debilis Mor.
Conulus fulvus Müll.
Helix Ataxiaca Fagot.
» neglecta D.
Zua sabeylindrica L.
Limnaea palustris Müll.
» truncatuta L.
Pisidium cinereum Ald.
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4 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA (230)
Todas ellas viven actualmente en lugares húmedos y pantanosos, por lo que considero esta turba como correspondiente a la formación aluvial. Esta, cubierta por tierras de labor, ocupa una gran superficie de la cuenca del Duero, y, sin embargo, no figura en el mapa geológico más que en los bordes de dicho río. Si se hiciera un nuevo mapa y se figurara con toda su extensión, cambiaría por completo de aspecto la repartición de los terrenos; en el único que existe, una mancha uniforme. correspondiente al mioceno lacustre, ocupa toda la cuenca del Duero y el término municipal de Gumiel de Izán.
Los cerros. altozanos y lomas que limitan la formación aluvial, siempre redondeadas, de pendientes suaves y poco elevadas, están constituidos por bancos de arcilla roja que se emplea para hacer tejas. ladrillos y cerámica basta; de arcilla más impura, con la que se obtienen adobes para la construcción de las casas del pueblo; de arenas o areniscas poco coherentes, a veces de grano finísimo y blancas casi siempre; de arenisca gruesa con cantos redondeados de cuarzo y capas lenticulares de conglomerados, todo ello frecuentemente con estratificación cruzada. En algunos puntos, y particularmente cuando se abren pozos para alumbramiento de agua potable, se ven, a unos cuatro metros de profundidad, arcillas muy endurecidas de color rosado o abigarradas; encima se encuentran arenas, y la capa superficial es un aluvión suelto de cantos cuarzosos del tamaño de nueces o avellanas y muy bien redondeados; esta
estructura se presenta muy clara cerca del pueblo, en el Guijar; sobre estos cantos descasan capas de arenas blancas, y encima de ellas hay un grueso banco de arcilla que forma los cerros testigos del Castillo y del Alto Santiago en el pueblo mismo, y cuya base está a unos dos metros sobre el Guijar.
Las lomas que bordean el valle del Cristo se componen de areniscas poco coherentes, algo micáceas, en la base: generalmente de poco espesor e interestratificadas con margas tobáceas; encima aparte de una capa de arcilla. que se aprovecha en las laderas para el cultivo de cereales y de vid: más arriba la arcilla se hace margosa y más dura; después hace saliente un gran banco de arenisca gruesa con cantos y bancos lenticulares de conglomerados, formados por cantos de caliza y cuarzo y cemento de arenisca arcillosa o de molasa basta; termina la serie en una capa de arcilla que al principio lleva diseminadas en su masa algunos cantos rodados, que poco a poco van desapareciendo, hasta quedar una arcilla terruginosa en
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