Editorial de Gomelia.net sobre el resultado de las pasadas elecciones generales.
Los gomellanos han vuelto a votar al bipartidismo en las pasadas elecciones generales. De los 364 votos emitidos, el Partido Popular resultó el ganador con el 37,19% de los votos y PSOE con el 29,48%, Podemos cosechó un 16,25%, Ciudadanos se quedó en el 10,74% e Izquierda Unida el 4,41%, más una pequeñísima parte a partidios minoritarios. Es decir, los partidos viejos se llevaron dos de cada tres votos emitidos en la localidad.
Los deseos de cambio político que se han manifestado en las grandes ciudades y en regiones como Cataluña, Navarra, Euskadi, Galicia, Valencia o Aragón no han tenido su reflejo en la localidad ni en la mayoría de los alrededores, siguiendo un patrón que se repite a lo largo de Castilla, Extremadura o Andalucía. Ya hace más de cuatro años desde que aquel 15 de Mayo cientos de miles de personas tomasen las plazas de las grandes ciudades. Una nueva generación rompía entonces con los valores de la Transición, pidiendo una democracia real, justicia social y que la crisis no la pagasen los que no la habían causado.
En nuestro pueblo, una Diputación Provincial y una Junta de Castilla y León preocupadas en hacer ricos a sus amigos a cuenta de lo de todos y un Ayuntamiento monocolor al servicio de estas no parecen una buena garantía de que los poderes públicos vayan a resolver los problemas actuales de los gomellanos ni de que los nuevos sacrificios que impone la UE no se acaben notando en la localidad.
Gumiel de Izán tiene un preocupante futuro. La continua pérdida de población debido al fallecimiento de nuestros vecinos más mayores, la falta de oportunidades laborales que retengan a nuestros jóvenes, la nula ayuda a parejas con o sin hijos, amenaza la continuidad de servicios básicos y necesarios que no se pueden perder, por ejemplo la guardería que es ya un hecho, como también lo es la disminución de autobuses, o el anunciado cese del programa «madrugadores». Si no se toman rápidamente medidas serias y se prioriza precisamente a los que son el futuro: niños, jóvenes, parejas con o sin hijos —porque ese es el futuro de Gumiel—, el pueblo se desangrará poco a poco, pero también lo hará si estos no luchan por tener ese futuro en su pueblo y no ven la necesidad de participar en el proceso de decisión y construcción.
El cambio social que ya se ha dado en las grandes ciudades llegará a la España rural tarde o temprano, haciendo que sus habitantes abandonen viejas prácticas y dándose cuenta de que sólo poniéndose de acuerdo van a poder garantizar su futuro. ¿Han pensado qué será del pueblo dentro de tan solo 10 años? Cierren los ojos por un momento. ¿Les gusta lo que ven? ¿Creen que eso no se puede cambiar? ¡Actúen! ¡Participen del futuro que quieren¡ ¡No se queden parados! ¡Y cuenténselo a su vecino!